El 12 de noviembre llegará el primero al puerto porteño.
El turismo de cruceros se reactivará en Argentina en noviembre, con la recalada de dos de estos buques de turismo de lujo en los puertos de Buenos Aires y de Ushuaia, en la apertura de una temporada en la que el país está en la mira de grandes compañías, anunció hoy la Administración General de Puertos (AGP).
Pocos días después de la apertura de las fronteras del país a todo el turismo internacional -el domingo próximo-, el 12 de noviembre llegará al puerto porteño el primer crucero de la temporada, y el 18 siguiente Ushuaia recibirá la segunda de estas naves, que desde allí operará nueve itinerarios que incluirán viajes a la Antártida.
Las dos compañías primeras compañías en volver al país tras la pausa obligada por la pandemia de coronavirus son Crystal Cruises, de Estados Unidos, y Viking Cruises, creada en Rusia pero actualmente con sede en Suiza y central de operaciones en California.
Crystal Cruises, que eligió iniciar la temporada en Ushuaia con su flamante MV Crystal Endeavour, de seis estrellas, es una empresa con más de 20 años de trayectoria, que recibió durante años el reconocimiento de la industria World’s Best,
Viking Cruises, considerada por algunos especialistas como la compañía líder en cruceros fluviales, a nivel oceánico se caracteriza por barcos pequeños, con una flota de última generación, señala un informe de la AGP.
Por quinto año consecutivo fue nombrada la línea de cruceros oceánicos número 1 por los lectores de Travel+Leisure, en los premios World’s Best 2020, además de obtener el primer premio en cruceros fluviales de la publicación Condé Nast Traveler.
También se espera confirmar la próxima llegada de Norwegian Cruise Line Holding, el tercer grupo más grande de cruceros del mundo (que transporta anualmente más de 2,7 millones de pasajeros), cuyos buques habitualmente recalan en Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia.
Para la temporada 2021/2022, esta compañía planea llegar al país con el Norwegian Star, con capacidad para 2400 pasajeros, y desarrollar cuatro itinerarios hacia la Antártida desde Buenos Aires, con recaladas en Ushuaia y en alguno de sus itinerarios en Puerto Madryn.
Sería la primera vez que un buque de estas dimensiones haga esta cantidad de viajes a la Antártida en una sola temporada, indicó la Administración General de Puertos.
Sobre estos anuncios, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, expresó que “estas noticias nos llenan de alegría porque, después de un tiempo muy difícil, se pone en marcha un segmento fundamental, que genera dólares y mucho trabajo”.
“Tenemos la oportunidad de mostrar nuestras maravillas al mundo y consolidar a la Argentina como destino líder en la región”, agregó el funcionario.
Pablo Tsolis, presidente de Navijet Agents, que agrupa a agentes marítimos generales de varias compañías de cruceros que recalan en Argentina, consideró que “estos resultados no se hubieran obtenido sin un trabajo de colaboración y articulación entre el sector público y privado”.
“Su trabajo en la redacción de protocolos y normativas para que los turistas puedan retornar a la Argentina, y en la mejora de los costos para un sector fuertemente golpeado por la pandemia, ha sido fundamental para comenzar a recuperar el tráfico en nuestro país y sentar bases para un crecimiento hacia el futuro”, añadió.
La AGP señaló que la reanudación del segmento de cruceros en Argentina es el resultado del trabajo conjunto entre organismos del Estado Nacional, autoridades de la International Association of Antartic Tour Operators, del Centro de Navegación Argentina, autoridades portuarias provinciales y las empresas de cruceros antárticos y bioceánicos.
En 2019, las terminales de Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia recibieron a casi 500.000 turistas de cruceros, una cifra que se estimaba llegaría a un millón en las dos temporadas siguientes, antes que surgiera la pandemia.
Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, el mismo año estos buques transportaron a casi 30 millones de pasajeros en todo el mundo, 2,5 millones más que en 2018, con una facturación cercana a los 60.000 millones de dólares anuales.